Desde su creación, el programa se ha basado en sólidos indicadores de seguimiento y evaluación y en asociaciones académicas para evaluar de forma independiente su impacto en los trabajadores y las empresas. Tenemos pruebas fehacientes de que el programa funciona a la hora de impulsar un mayor cumplimiento de las normas internacionales del trabajo y la legislación nacional, de mejorar la productividad, los ingresos y la rentabilidad, y de lograr el desarrollo económico y social a través de empleos dignos en el sector de la confección.
También mantenemos nuestro compromiso de recopilar sistemáticamente datos sólidos sobre todas nuestras prioridades temáticas, incluidos datos desglosados por sexo para fomentar la igualdad de género, la no discriminación y la inclusión a nivel empresarial y político.